lunes, 3 de junio de 2013

Búscame

Comparte conmigo el momento eterno de un suspiro (de esos que vacían los pulmones de aire y los llenan de vida).

Hazme un hueco en la biografía de tus rimas, cuéntame una historia con las manos. Déjame que te escriba a fuego lento, sin escatimar delirios, sin presumir condenas ni escenarios. Luego hazlo conmigo.


Hazme sitio en tu rama, deja trinar un huracán de ladridos en tu pecho, permítete disfrutar el libre albedrío intermitente de mi guerra y de tu calma (contigo mismo, con lo nuestro). 

Búscame para ser la casualidad de los reencuentros, las desrazón de los sentidos, la causalidad de los recuerdos. Búscame para para eludir el roce con lo moral, con lo perecedero, con lo imperfecto.
  
Más no me llames.
 
Para pactar un contrato de hoy con fecha de mañana. Para enredarte a la corbata mis raíces con nupcias de palabras.
 
No me llames cuando busques un amor de precaución y barbecho (ni voy a sembrar mis retales en tu lecho ni a tornar chimenea la llama de mi fragua).

No quieras que firme garantías, que enluzca tus miedos, que aúne a tu techo mi crápula. Ni voy a llorar con la almohada, ni a hacer vocación de los celos, ni a inventar excusas para no sentir nada.
 
No me quieras regalar golondrinas enjauladas, yo no sirvo para engordar salvaguardias de papel alrededor de tu cama. Si eso es lo que quieres, no me busques, mejor búscate una dama.




2 comentarios:

  1. No me gustaría que mi comentario pareciese una devolución respecto al tuyo, no me va el peloteo. Me han gustado un montón las ideas que has expuesto y la forma de hacerlo. Siempre me han gustado las buenas metáforas y aquí has escrito varias y desde dentro -cómo se notan esas cosas, ¿verdad?-. Me quedo con la última frase de la primera parte más que nada porque me identifico con ella.

    Un besito :-) y por cambiar... un... besote.

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