Aferrarte a los vestigios de ocurrencias
(pasadas, presentes y futuras)
carentes de doctrina corrosiva.
Exiliar los axiomas oxidados
de este circo bizarro de epicentro descentrado
(epitafios para el don de la alegría.)
Vivir con la certeza
de volar con las alas puestas
(grandes, incandescentes, abiertas).
Luchar por no cerrarlas
mientras bailas con la vida
a ritmo de compás de tacones de oficina.
Y dejarte fluir sin tener que agarrarte a un columpio, sin tener que doblar y estirar las piernas, hacerlo o no hacerlo porque decides que así sea? Sin aferrarte ni siquiera a esos vestigios? Ni a estructuras... parece una quimera, porque ser "libre" lo es.
ResponderEliminarUn beso volador, libre y porque sale.
Aferrarse a los vestigios de los que hablo me parece algo vital. La libertad es una quimera, la supervivencia no.
EliminarUn e-beso.
No te falta razón. Airkiss. :-)
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